Nocturna inexperta
Lejos...
lejos de ti sólo unas cuantas calles
heridas a las plantas de la arcilla.
¡Qué población y exactitud de estrellas,
purificadas al fugarse el sol!
¡Qué cadencias tejidas en el viento
para enlazar tu voz con las alturas!
¡Qué negruras de luz visten mis ojos
para evocar el cuadro de tu imagen!
Lejanía y prisión, dolor y abismo.
Ansia y suspiro, pero estás en mí.
Lejos.
¡Qué noche y qué distancia!
Desde mañana aprenderé a mirarte.
--00--
ALARDÍN, Carmen, El canto frágil, Ed. Pauraque, Monterrey, 1957.
Buen poema. Un gusto venir a tu nuevo espacio.
ResponderEliminarsaludos...